En el agua no pueden verte llorar…
La campeona olímpica Amanda Beard, acaba de sacar el libro "En el agua no pueden verte llorar". Habla sus éxitos, de su lucha y de quienes la ayudaron.
La gran nadadora norteamericana Amanda Beard, acaba de sacar al mercado el libro "En el agua no pueden verte llorar" que a modo de autobiografía escribe sobre el drama personal de esta gran campeona. Su historia se inica, cuando a sus 14 años, Amanda entró en la piscina en los Juegos Olímpicos de Atlanta llevando a cuestas su osito de peluche Harold, y se fue de allí con dos medallas de plata y una de oro.
Amanda, compitió en cuatro Juegos Olímpicos, ganando un total de siete medallas, y disfrutó de una carrera rentable como modelo, ya que posó desnuda en Playboy y sus ojos claros de mirada profunda junto a una sonrisa luminosa atrajo a muchos admiradores siendo en su momento la atleta femenina más descargada en Internet.
Amanda Beard nacio el 29 de octubre de 1981. Fue la segunda mujer mas joven en ganar una medalla olímpica de natación en la historia de América con 14 años en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. Se llevo un oro (4x100m estilos) y dos platas en 100 y 200 metros pecho. Con sus ocho títulos nacionales (EE. UU.), fue primera en el ranking mundial de los 20o metros pecho en el 2003. En las Olimpiadas de Sydney 2000 ganó el bronce en 200m pecho con un tiempo de 2:25.35. En los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 conquisto un oro en 200m pecho (2:23.37) y dos platas en 200m estilos y 4x100m estilos.
Sin embargo, a pesar de su carrera asombrosa y su estatus de sex symbol, Amanda se sentía indigna de todo su éxito. Sin saber que estaba sufriendo una depresión clínica, ella escondía el dolor debajo de una gran sonrisa. Con ninguna otra salida para sus sentimientos, además de la piscina, Amanda expresó sus emociones a través de un comportamiento autodestructivo. Experimentó con drogas, alcohol, cayó en la bulimia e incluso llegó a intentar el suicidio.
Nadie, ni siquiera sus propios padres y amigos, sabían por la crisis que estaba pasando. Sólo cuando conoció a su futuro esposo, quien descubrió el drama, se dan cuenta que necesitaba ayuda. Finalmente, el nacimiento de su hijo, Blaise, Amanda ha cambiado su vida. En el libro se sincera a acerca de su lucha contra la depresión, la presión de ser delgada, y las relaciones poco saludables que confunden el amor.
Todos, tenemos buenos momentos y malos en la vida, el deporte y la competencia, es parte de esos momentos, para elevar el estima del nadador. Y cuando acaba el éxito, que pasa?. No es fácil el retiro, hay que esta preparado, y también hay que acompañar a quienes lo esten pasando… Es por eso que digo: la práctica de nadar y/o otros deportes, y la organización de la vida cotidiana, es un buen camino, para luchar contra la depresión…
Alejandro M. Lecot – WWW.NATACION.COM.AR
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