Hazaña Mundial de Matías Ola en el Estrecho de Bering

Matías Ola, en Estrecho de Bering, acompañado de su equipo científico y entrenador Pablo Testa, en una maratón por postas Intercontinental realizó su 1° cruce del Desafío Unir el Mundo.

Por

 Matías Ola enfrentó y nadó en el Estrecho de Bering, en la maratón por postas Intercontinental Swimming Relay, completando así, el primer cruce del Proyecto Desafío Unir el Mundo. Providence, (un pequeño pueblo en el extremo oriental de Siberia), fue el punto de partida de la maratón, donde 66 nadadores de diferentes puntos geográficos (16 países), recorrieron 134 kilómetros hasta Wales (Alaska). Durante seis días, los nadadores realizaron los relevos en el agua, soportando bajas temperaturas, grandes olas, corrientes oceánicas y frío extremo. Junto a Matías se encuentra parte de su equipo formado por Pablo Testa, (entrenador), el Dr. Eduardo Regés, y Natalia Szydlowski, Lic. en Nutrición y antropometrista, Ariel Calderón (director documentalista), y Guillermo Gallishaw (fotógrafo documentalista).
 
 
 
El deportista argentino, nacido en Tucumán, nadó en 7 oportunidades con temperaturas de entre 4ºC y 10ºC, luchando contra los mareos, las olas de hasta cuatro metros y las fuertes corrientes. "Fue durísimo para todos, un verdadero desafío humano y deportivo. Por eso, ahora que piso el suelo de Alaska, no puedo dejar de emocionarme”, manifestó Matías Ola, ya en suelo firme, en la playa de la pequeña villa de Alaska, Wales., ubicada a pocos kilómetros del Círculo Polar Ártico.
Lograr el primer objetivo, después de un frustado cruce en el Estrecho de Gibraltar por razones climáticas, es una gran paso para el equipo Unir el Mundo. Con respecto a la maratón, a pesar de lo difícil que fue el recorrido con bajas temperaturas, los nadadores avanzaron de forma sostenida hasta las islas Diómedes (la Grande es de Rusia y la Pequeña es de Estados Unidos), lugar especial de recorrido porque allí pasa la línea de tiempo.
 
 
 
El trayecto no fue para nada tranquilo, cuando todo parecía llegar a su fin, a sólo 20km de Alaska y después de avanzar más de 100km, un fuerte choque de corrientes marinas detuvo la expedición. A pesar del esfuerzo que realizaron los nadadores, avanzaban unos pocos metros, y algunos hasta retrocedían, complicándose nuevamente por el clima, con olas de hasta cuatro metros. La expedición volvía nuevamente a cero, con el peligro que significaba para el soporte de los botes semirrígidos. Después de esperar 12 horas, analizando condiciones climáticas y alternativas para cruzar fuertes corrientes marinas, todo se dispuso para hacer un nuevo intento. Aún así, una vez más debieron suspender el cruce: casi no se lograba avanzar y un duro Estrecho de Bering, mostraba su peor cara: fuertes vientos, olas y tormentas fue la prueba de fuego para un gran equipo mundial.
 
 
 
Finalmente, después de 10 horas de espera, la maratón continúo. Igualmente los nadadores desafiaron nuevamente el mar (Matías llegó a nadar con corrientes de hasta ocho kilómetros por hora y olas de tres metros). “Desde un principio supe que el camino para Unir el Mundo sería un gran desafío, esto recién comienza, sé que no es fácil, pero hoy me siento feliz de estar en el camino y que sigamos avanzando. Tengo la suerte de contar con un equipo humano y profesional que tiene un gran empuje. Tanto los que están acá conmigo como los que están en Buenos Aires”, manifestaba del deportista argentino en el cierre del Intercontinental Swimming Relay.
 
 
Intercontinental Swimming Relay
La organización de la maratón acuática, por postas, Intercontinental Swimming Relay que unió Rusia con Estados Unidos estuvo a cargo de la Armada Rusa, en el buque hospital Irtysh, que contaba con una tripulación de más de 150 personas, entre militares, personal médico, nadadores, oriundos de 16 países. La característica especial de estos nadadores fue la práctica en modalidad de nado de aguas abiertas y frías, sin traje de neoprene. Los países representados fueron Rusia, Estados Unidos, Irlanda, Italia, Estonia, China, Ucrania, Polonia, República Checa, Australia, Sudáfrica, Latvia, Inglaterra, Finlandia, Chile y Argentina.
 
El sistema de postas consistía en relevos, donde cada deportista nadaba entre 10 y 15 minutos. Luego de eso, otro nadador se tiraba al agua, y en un acto simple como chocar la mano, daba por finalizada su parte, para luego salir y recuperarse, hasta poder tirarse nuevamente. Estos relevos, eran seguidos por tres botes semirígidos que tenían la misión de llevar y traer a los deportistas desde y hacia el buque hospital Irtysh. Además, en esos botes, asistía también una especie de árbitro que observaba que todo se cumpliera de acuerdo a lo planeado. Requisito necesario para determinar que este relay entrara al libro de los Récord Guinness de Rusia y Europa.
 
 
 "Foto:
 
Área científica de Unir el Mundo
Para el área científica de Unir el Mundo, a cargo del Dr. Eduardo Regés, acompañado de Natalia Szydlowski, Lic. en nutrición y Antropometrista, fue importante por el trabajo que realizaron con nadadores de varios países. Trabajando de forma constante durante los 13 días que duró la estadía en el barco. Del total de todos los nadadores, pudieron realizar 41 antropometrías entre mujeres y hombres, todos nadadores de aguas frías. El resto de la población no contaba con los parámetros que se necesitaban para el estudio científico, con lo cual fueron descartados. También, se tomaron distintas muestras, a fin de valorar la adaptación y la recuperación de la hipotermia producto del stress por frío, a través de un dispositivo de recalentamiento central (Resc-Q-Air), inhalatorio y no invasivo. De esta manera, se pudo obtener la primera referencia del biotipo adecuado para este deporte extremo, teniendo en cuenta que se encuentra un grupo de los mejores nadadores del mundo de aguas abiertas frías, representando una población de elite. Por último, se valoró la alimentación pre-nado y su correspondiente recuperación, a fin de obtener un esquema nutricional que se adapte a las necesidades de este deporte.
 
 
 
 "Foto:
El equipo científico contó con los permisos y el apoyo logístico de las Fuerzas Armadas Rusas y del cuerpo médico presente en el barco, con el que compartió datos obtenidos en esta hazaña deportiva. Agradezo a M. Verónica Navarro (prensa) y las fotos de Guillermo Gallishaw.
 
 
  Felicitaciones a Matías Ola, y a su gran Equipo de Trabajo, por este 1° paso de la Hazaña de Unir el Mundo Nadando.
 
Alejandro Lecot – www.natacion.com.ar  

Notas relacionadas