Moscú: Los Juegos Olímpicos, que no fuimos…

Sin llegar a la tragedia de 1972 en Munich, los Juegos de 1980 y 1984 pusieron de nuevo en evidencia la intrusión de la político internacional en los Juegos Olímpicos.

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Fotos: Ignaguración de los Juegos, Podio de los 1500 metros.
 
Sin llegar a la tragedia de 1972 en Munich, cuando un grupo terrorista palestino atacó la Villa Olímpica segando la vida de varios atletas, los Juegos de 1980 y 1984 pusieron de nuevo en evidencia la intrusión de la político internacional en los Juegos Olímpicos. Tras la invasión soviética de Afganistán en 1979, el presidente Carter propuso el boicot a los Juegos que se iban a celebrar al año siguiente en Moscú. La Selección Argentina, no pudo participar de los Juegos Olímpicos de Moscú 1980.
 
 La renuncia de muchos países aliados de EE.UU. a seguir esta propuesta llevó a un complejo forcejeo entre gobiernos y federaciones deportivas. Finalmente, países como Gran Bretaña o Australia, estrechos aliados de Washington en la escena internacional, optaron por una solución pintoresca, dar libertad a sus atletas para que decidieran por sí mismos su asistencia a Moscú. Este no fue el caso de EE.UU., donde el presidente amenazó con anular el pasaporte de cualquier atleta que quisiera asistir a los Juegos. Finalmente, 65 países no acudieron, de los que probablemente en torno a 50 no fueron a Moscú siguiendo el boicot decretado por Carter. Ochenta naciones participaron en los juegos, el número más bajo desde 1956.
Tras el boicot norteamericano a los Juegos de Moscú, a nadie le extrañó que Moscú pidiera que no se acudiese a los Juegos de Los Angeles en 1984. Sólo 14 países siguieron el boicot, la URSS y sus más estrechos aliados, sin embargo, estas naciones que no acudieron a los Juegos habían conseguido el 58% de las medallas en los Juegos de 1976. Todo un ejemplo del papel que se había dado en los países comunistas al deporte de alta competición.
Los Juegos de Los Angeles pasaron a la historia por ser los primeros financiados sin apoyo gubernamental. Los organizadores se basaron en gran medida en la financiación de patrocinadores privados. El modelo fue muy criticado en su momento, pero fue posteriormente imitado. Sobre todo tras saberse que habían concluido con unos beneficios de más de 200 millones de dólares.

"[vladimir_salnikov_1.jpg]" Uno de los más grandes nadadores de la historia, el soviético Vladimir Salnikov, el primer hombre en nadar 1.500 metros en menos de 15 minutos, en los Juegos de Moscú 1980. 
 
  A los Deportistas Argentinos, el Gobierno de turno, no nos permitió elegir y logicamente participar de estos Juegos de Moscú.  El mismo, se unió al boicot de Los Estados Unidos, por la guerra fría, y por conveniencia…

Los que entrenamos años, y clasificamos con enormes sacrificios individual y familiar, para pertenecer a la Selección Olímpica Argentina,  a menos de 2 meses de   viajar, fácilmente se nos anula el Sueño, y se nos comunica que no íbamos. De parte de la natación fuimos desigandos: Alicia Boscatto, Roxana Juncos, Conrado Porta, Alejandro Blanco y el que escribe.
 
 No hay palabras, para definir lo que significa, si para decir lo que uno perdío: posibiliidad de haber estado cerca o en una final Olímpica: frustración, bronca, fastidio, por conveniencias agenas al deportista… Pero lo positivo de todo esto, es seguir adelante, con esperanza y con la Fe y la pasión del Deportista Criollo…

 
Alejandro Lecot – WWW.NATACION.COM.AR

 

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