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Neethling domina la prueba de piscina corta, Popov se va, Santi Durán

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Neethling domina la prueba de piscina corta

COPA DEL MUNDO



BELO HORIZONTE – El nadador surafricano Ryk Neethling se convirtió ayer en el protagonista de la primera jornada de la cita de Belo Horizonte (Brasil), última prueba de la Copa del Mundo de piscina corta, al adjudicarse tres competiciones: los 50 mariposa, los 100 libres y los 100 estilos, donde ganó sin demasiados apuros a sus rivales

















Alexander Popov ya está en la leyenda de la natación. Aunque su salida no era su fuerte, dominó los 50 y 100 libre y en la foto de la izquierda se le ve junto a Pieter Van den Hoogenband y Mark Foster en el podio del Mundial de Barcelona 2003, donde firmó su última gran actuación ganando el oro en 50, 100 y el relevo 4×100 libres FOTOS: AP











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Popov se va


 A los 33 años ‘El Zar’ oficializa su adiós tras 13 años de reinado, 46 medallas y 9 oros olímpicos


Considerado el mejor sprinter de todos los tiempos, el ruso frenó el dominio de los EE.UU.


Santi Durán


El considerado mejor velocista de todos los tiempos, el ruso Alexander Popov, ha decidido poner fin a una impecable carrera deportiva que explotó en los Juegos de Barcelona, en 1992, y concluyó en los de Atenas, el pasado verano. “He tomado la decisión: es hora de irme y perseguir otras metas en la vida”, dijo Popov, de 33 años, ayer en Moscú, en la gala en honor del vicepresidente del COI Vitaly Smirnov, que cumplía 70 años. Su retirada había sido adelantada a finales del pasado año por varios medios, y respondida por POpov con desmentidos; ayer, por fin, lo dijo con sus propias palabras.


Tenía 20 años cuando dejó al mundo boquiabierto al ganar los 50 y 100 libre en Barcelona-92, pese a que el año anterior ya avisado en el Europeo ganando tres oros y batiendo el récord continental de los 100 libre. Y repitió la hazaña olímpica cuatro años más tarde, en Atlanta. Además ganó seis oros en Mundiales y 21 en Campeonatos de Europa, manteniéndose imbatido en las grandes citas internacionales de 1991 a 1998. En Sydney declinó su estrella olímpica –fue segundo en los 100 tras el holandés Pieter van den Hoogenband– pero tres años más tarde, en el Mundial de Barcelona, se erigió en el campeón del mundo de más edad, a sus 31 años. Fue, naturalmente, en los 100 libres, donde explotaba sus mejores armas de sprinter. Todavía está vigente su récord de los 50 (21”64).


Su última competición, los Juegos de Atenas, fueron decepcionantes. No entró en ‘sus’ finales, las de 50 y 100 libre. Su último oro fue en el Europeo de Madrid 2004, en los 50 libre. Entre Juegos, Mundiales y Europeos ha acumulado 46 medallas, 32 de ellas de oro.


“He tenido de todo: triunfos, decepciones, grandes rivales a lo largo de estos años y ya es hora de decir adiós”, dijo el nadador que sobrevivió a un acuchillamiento en 1996 en Moscú, tras una discusión con unos vendedores ambulantes de melones.


 


Diez años en Australia


Fue poco después de los Juegos de Atlanta y muchos auguraron el fin de su reinado. Pero volvió a lo más alto en el Mundial de Perth con su segundo oro en los 100 libre.Dos años más tarde estableció el mencionado récord mundial que todavía perdura. Popov estuvo entrenando diez años en Australia –Guennadi Turetski, su entrenador de toda la vida, se lo llevó a Canberra– y ahora vive en la localidad suiza de Bienne con su mujer, la ex nadadora olímpica rusa Daria Shmeleyva, y tiene dos hijos, Vladimir y Anton. Asegura tener varias opciones para su futuro, aunque ya tiene dos ocupaciones que son la de embajador universal de la marca de relojes Omega y la de su pertenencia a la Comisión de Atletas del COI. “Me gustaría ayudar a nadadores jóvenes pero de momento no me han llegado ofertas. No de Rusia, por lo menos”, manifestó Popov.


Si algo le ha distinguido siempre ha sido su frialdad y una superioridad no ofensiva para sus rivales, que le valió el sobrenomebre de ‘El Zar’. Con Barcelona ha mantenido siempre una relación especial. Fue aquí donde se dio a conocer a nivel mundial en los Juegos del 92 y también donde logró tres oros –50, 100 y 4×100 libre– en el Mundial de 1993, firmando su última gran actuación. Cada año ha acudido puntual al ‘Ciutat de Barcelona’.


‘El Zar’ nació en en Sverdlovsk, en los Urales, y no aprendió a nadar hasta los ocho años, cuando fue capaz de superar el miedo cerval que le producía el agua. En sus inicios se le formó para convertirlo en espaldista, pero el ‘gurú’ Guennadi Turetski intuyó que allí había un campeón y decidió llevárselo a entrenar a Volvogrado y hacer de él un sprinter. Turetski tenía la misión de hallar un antídoto que frenase a Matt Biondi, el norteamericano que dominaba las aguas rápidas con autoridad, como demostró en Seúl’88.


Su clase y elegancia, unidos a su palmarés, ha hecho que sea considerado el mejor de la historia, por delante de leyendas como Michael Gross o Vladimir Salnikov

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