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Cómo nadar en aguas abiertas: consejos prácticos para lograrlo

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Cuando empezaste tus clases de natación te debés haber preguntado si alguna vez todo esto te serviría para nadar en aguas abiertas: la respuesta es sí; pero si deseás nadar en mar abierto vas a tener que tomar en cuenta una serie de factores adicionales.

El mar no es como la pileta, no existen líneas o boyas que separen los carriles, las aguas no suelen estar tranquilas todo el tiempo, existen olas, animales y muchas otras cosas más que hacen que nadar en aguas abiertas sea un verdadero desafío.

En este artículo te vamos a dar unos tips sobre cómo nadar en mar abierto:

1. Realizá ejercicios de resistencia al nadar

Antes de intentar nadar en mar abierto es importante que te entrenés en una pileta. Lo más importante es que desarrolles tu resistencia, ya que en mar abierto hay varios factores (como el movimiento del mar) que harán que te agotes mucho más rápido.

Debés dominar la pileta antes de pasar al mar. Te recomendamos practicar estilo libre o crol y espalda que son los estilos que probablemente utilices más en mar abierto. Podés empezar con rutinas de 25 o 50 metros y luego ir subiendo la intensidad.

2. Ejercicios de velocidad en natación

Lo siguiente que vas a tener que entrenar es la velocidad de tu nado. Ya sea que decidas incursionar en nado competitivo o te encuentres en el mar en una situación que requiera con urgencia llegar a algún punto, nadar más rápido seguramente te ayudará.

Este entrenamiento de velocidad podés llevarlo a cabo en una pileta haciendo uso de un cronómetro. Tratá de superar tus propias marcas.

3. Aclimatación a aguas frías

Una de las principales características del agua en mar abierto es que suele estar mucho más fría que el agua de una pileta, así que aclimatarse a esta temperatura es vital.

Nuestro cuerpo tiene mecanismos de defensa frente a temperaturas bajas a las que no estamos acostumbrados, esto puede ocasionar que comencemos a temblar de manera incontrolable y esto afecta nuestro desempeño en el agua.

Aclimatarse a temperaturas más frías suele ser un proceso que involucra 3 etapas:

  1. Adaptación al frío: Esta etapa se da cuando el cuerpo comienza a acostumbrarse a temperaturas más frías y, por lo tanto, reacciones como temblar dejan de darse.
  2. Aclimatación metabólica: Esta etapa se produce a un nivel más profundo en la que nuestro cuerpo modifica los nutrientes que utiliza para generar calor corporal.
  3. Ajuste de aclimatación: En este nivel, se modifica cómo la sangre recorre nuestra piel y también se generan cambios en la grasa subcutánea.

Nadando en mar abierto

Una vez que ya hayas cumplido con los requisitos anteriores, ya estás listo para nadar en aguas abiertas. Para esto hay algunas recomendaciones que nos gustaría darte:

  • Nadá usando el estilo crol: Dentro de los estilos de natación, el crol es el más usado y recomendado para nadar en el mar. Esto se debe a que la postura y movimientos de este estilo nos permiten “atravesar” mejor las aguas y nadar mucho más rápido.
  • Tené un punto de referencia: Fijar una referencia es de vital importancia ya que en el mar no existen los “bordes” o “líneas” como en la pileta. Así que es importante que fijes tu mirada en un objeto cercano o sobre la meta a la que querés llegar y lo monitorees de manera constante al nadar.
  • Atravesá las olas por debajo: Si te encontrás en una parte del mar con muchas olas, lo más recomendable es atravesarlas por debajo del agua a un nivel lo bastante profundo para que el rompimiento de la ola no afecte tu desempeño.
  • No nadés contra la corriente: Si en algún momento te ves atrapado en una corriente, no luchés contra ella. Nadar contra la corriente es la peor forma de gastar tu energía.
  • Entrená la respiración hacia el frente: es recomendable realizar este tipo de respiración cada 3 o 4 brazadas para no perder el punto de referencia en las aguas abiertas.

Dejá que la corriente te lleve un poco más adentro del mar, una vez que sientas que ya no ejerce fuerza sobre vos, nadá en paralelo a la costa y luego de unos metros girá hacia la costa e intentá llegar a tierra.

Ahora sí, ya podés nadar en mar abierto 

Ya estás preparado para dar unas clases de natación en aguas abiertas. Como recomendaciones finales, no te olvides de nadar en playas donde haya socorristas e infórmales que estarás nadando por un rato. Esto es importante para que en caso de alguna eventualidad cuentes con alguien que pueda socorrerte.

Toma en cuenta estas medidas de seguridad y luego divertite y disfrutá de un buen chapuzón al aire libre.

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