En el Día de la Salud Activemos el Nadar

En el día Mundial de la Salud, el eslogan del 2017 es combatir la depresion. Entonces activemos nuestro Cuerpo & Mente en el Nadar y la Práctica Deportiva.

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Hay dos beneficios fundamentales para que un nadador llegue a su máximo rendimiento: Uno es el Cuerpo, y el otro su Mente y el Poder de llegar. Hoy 7 de abril es el Día Mundial de la Salud, donde se conmemora el aniversario de la fundación de la Organización Mundial de la Salud, cual se debe movilizar la acción en torno a un tema de salud específico que preocupe a las personas de todo el mundo. La campaña para para este 2017, es el tema de la depresión. Desde nuestro lado, con la práctica de la Natación, podemos combatir la depresión, y activarnos para realizar una vida con mejor calidad y mayor alegría.
 
 
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El múltiple medallista olímpico de oro, y el mejor nadador de todos los tiempos, me refiero a Michael Phelps, con su cuerpo musculado bien esculpido, llamado el “cuerpo de nadador”, además de tener la aptitud física, de flotación, elasticidad y eximios entrenamientos, hay una característica que la mayoría de los nadadores deben poseer, y que a veces no sabemos la apreciamos, que es mantener la salud del cerebro. 
 
Con respecto a la salud mental, uno de los beneficios de la natación, es que aumenta el flujo sanguíneo, lo que a su vez puede ayudar a mejorar la memoria, el estado de ánimo, la claridad mental y el enfoque. Un estudio de 2014 descubrió que la inmersión en el agua, aumentaba el flujo de sangre al cerebro, pues cuando los participantes se sumergieron hasta la altura del corazón, su flujo sanguíneo cerebral fue mayor en comparación con los participantes que no se habían metido en la piscina. El flujo de sangre a las arterias cerebrales centrales aumentó en un 14%, mientras que el flujo sanguíneo a sus arterias cerebrales posteriores aumentó un 9%.
 
La depresión afecta a personas de todas las edades y condiciones sociales y de todos los países. Provoca angustia mental y afecta a la capacidad de las personas para llevar a cabo incluso las tareas cotidianas más simples, lo que tiene en ocasiones efectos nefastos sobre las relaciones con la familia y los amigos y sobre la capacidad de ganarse la vida. Se manifiesta como tristeza, pero también como trastornos del sueño, del apetito, sentimiento de inutilidad u odio hacia uno mismo, dificultad para concentrarse, recordar y disfrutar.  Se presenta con mayor frecuencia en mujeres que en hombres, se instala en la primera juventud y afecta a todos los grupos etarios.
 
La natación y otros ejercicios similares liberan factores neurotróficos o neurotrofinas en el cerebro, endorfinas, que se cree que son útiles para controlar el estrés, la ansiedad y el estado de ánimo. La actividad física y el ejercicio pueden ayudar con el alivio de la tensión, e incluso contrarrestar algunos síntomas depresivos. Así, la natación ayuda a estimular la producción de sustancias químicas cerebrales que elevan el estado de ánimo. 
 
Como ejemplo, un estudio de 2007 halló que la natación activa tenía un efecto antidepresivo en ratas deprimidas. En el experimento, los roedores realizaron una prueba de natación para determinar la cantidad de tiempo que pasaban inmóviles en el agua y el tiempo que pasaban nadando activamente. Las ratas perezosas pasaban mucho más tiempo en natación activa en comparación con las ratas deprimidas pero estas eran menos propensas a presentar síntomas depresivos después de 30 días.
 
Por eso, este año la OMS dedica el Día Mundial de la Salud a la depresión. Ésta, junto con los trastornos de ansiedad y el alcohol son los problemas de salud más extendidos, donde unos 50 millones de personas padecen de depresión en el continente americano, y que esta cifra representa un incremento del 50% para el período 1990-2013.
La natación mejora las habilidades motoras gruesas (que surgen directamente de los reflejos) y visuales que conducen a una mejora en el aprendizaje. Y es que los movimientos bilaterales de patrones cruzados en la natación ayudan con el desarrollo de las fibras nerviosas en el cuerpo calloso, que conectan los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro y facilitan la comunicación entre los dos. 
 
 
La natación activa simultáneamente los dos hemisferios cerebrales y los cuatro lóbulos del cerebro, lo que puede conducir a una mayor cognición y aprendizaje. Un estudio de 2012 encontró que los niños que aprenden a nadar a edad temprana alcanzan más hitos de desarrollo antes que los que no saben nada. Estos hitos incluyeron habilidades como la coordinación y habilidades visuales-motoras tales como cortar papel, colorear y dibujar líneas y formas, y muchas tareas matemáticamente relacionadas.
 
 
 
                         Entonces a nadar…
 
 
 
 
   Alejandro M. Lecot – www.natacion.com.ar
 

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