¿Cuál es la importancia de la natación para ciegos?
Los múltiples beneficios de la natación son aún mayores para las personas con disminución visual o ceguera. ¿Sabés por qué? ¿Te lo contamos?
Si hay un deporte que es sumamente versátil para adaptarse a diferentes escenarios, es la natación. Hemos hablado en este blog sobre la natación adaptada y las competencias paralímpicas, pero en esta oportunidad queremos invitarte a saber más sobre los beneficios de la práctica de esta actividad para personas no videntes.
La natación es uno de los deportes más practicados en el mundo entero por un diverso abanico de personas de diferentes condiciones. La actividad puede realizarse en distintas edades y momentos de la vida, pero así también con diferentes condiciones físicas.
En nuestro país, la natación para ciegos cuenta con una extensa trayectoria tanto de forma terapéutica, como recreativa y profesional. De hecho, nuestra competidora nacional Nadia Báez se consagró en el 2014 como segunda mejor nadadora no vidente del mundo.
Los beneficios de la natación para personas ciegas han sido estudiados a lo largo y ancho del mundo y las conclusiones alcanzadas no dejan de sorprender. De hecho, la actividad a nivel competitiva en Argentina se encuentra regulada por un organismo específico: la Federación Argentina de Deportes para Ciegos, que contempla las normas establecidas por la Federación Internacional de Deportes para Ciegos (IBSA) y la Federación Internacional de Natación (FINA).
¿Cuáles son los beneficios de la natación para ciegos?
Como es sabido, la natación como deporte reúne múltiples beneficios que no discriminan en edad ni condición física, entre los que se destaca:
- El fortalecimiento de la capacidad pulmonar
- La mejora de la postura corporal
- Un mayor rendimiento del sistema cardiovascular
- La liberación de estrés
Sin embargo, cuando hablamos puntualmente de natación para ciegos, el deporte conquista ventajas superiores para la calidad de vida de las personas:
- Estimula el sentido del tacto en todo el cuerpo al mismo tiempo, generando un mayor reconocimiento de las propias dimensiones y favoreciendo el sistema locomotor, principalmente en personas que padecen la ceguera desde el nacimiento.
- Promueve mejoras en la coordinación y orientación espacial
- Fomenta relaciones interpersonales y contribuye a evitar el aislamiento y el sedentarismo que es uno de los principales riesgos de las personas con discapacidad.
- Desarrolla el sentido de la autoestima y la superación personal ya que le imprime al deportista nuevos desafíos periódicos para aumentar su rendimiento.
¿Cómo es la enseñanza de la natación para personas no videntes?
Existen instructores profesionales de natación que se han especializado en la enseñanza del deporte para personas con ceguera y pueden brindar un acompañamiento específico.
Sin embargo, es importante que todo el entorno que acompaña a un nadador no vidente pueda comprender las necesidades propias del deportista y respeten las diferentes etapas del aprendizaje para ciegos:
Adaptación y conocimiento del medio:
El nadador debe conocer el lugar dónde realizará la práctica con el mayor detalle posible. Para ellos, se recomienda que recorra las instalaciones acompañado por el instructor quién le irá indicando donde se encuentra cada servicio. El recorrido debe repetirse todas las veces que sea necesario.
Familiarización con la pileta y medio acuático:
Durante esta etapa se le enseñará al deportista a adaptarse al agua, a respirar y contener la respiración, flotar, desplazarse con la fuerza de sus músculos y zambullirse.
Desarrollo de destrezas básicas:
Una vez que la persona no vidente se siente cómoda con el medio acuático, es tiempo de trabajar el desarrollo de habilidades y destrezas básicas que permitirán optimizar la condición física general y el sistema psíquico y social. Se trata de realizar ejercicios puntuales para reforzar la musculación y preparar el cuerpo y la mente para una práctica específica de técnicas de natación.
El aprendizaje de motricidades específicas:
En una primera instancia se buscará que el nadador domine una mínima técnica y pueda efectuar las salidas y virajes de forma autónoma ante el aviso sonoro de un instructor. Durante este periodo, se busca que la persona pueda trabajar la memoria táctil para grabar los movimientos. En una instancia más avanzada se logrará la automatización de la técnica de nado y se podrá concentrar la enseñanza en gestos y movimientos especializados.
Cuánto más temprano se comience con la práctica de la natación en personas no videntes, mejor será para su desarrollo físico y social a los fines de fomentar estímulos tempranos que eviten el desarrollo de actitudes sedentarias que afecten su desenvolvimiento personal.
Sin embargo, es importante que la práctica se realice en ambientes preparados para asumir la responsabilidad del entrenamiento adaptado, con el equipamiento adecuado, y guiado por instructores capacitados para brindar el mejor acompañamiento.
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