Técnica de Crol en natación: análisis técnico y reglamentación
La técnica de crol en natación, también conocida como libre, es una de las más practicados a nivel mundial, e igualmente una de las menos reguladas a nivel competitivo por la Federación Internacional de Natación. Te invitamos a conocer más sobre esta técnica.
Características de la técnica crol
La técnica de crol es la más popular entre los nadadores de la Argentina, y también alrededor del mundo. Suele ser preferida por su relativamente poca dificultad de ejecución, así como también por la gran velocidad que se adquiere durante el nado.
A simple vista, esta técnica de natación puede lucir fácil para llevarla a cabo pero lo cierto es que, si no se lo ejecuta de manera correcta, puede convertirse en una verdadera molestia para el nadador e incluso ocasionarle lesiones.
En primer lugar, todo nadador que se adentre en el crol debe comprender la posición ideal dentro del agua para este estilo: la cabeza, cadera y pies deben mantenerse a ras del agua, mientras que el pecho debe mantenerse ejerciendo presión hacia abajo, dentro de la misma.
De esta manera, el cuerpo podrá mantenerse equilibrado mientras se realizan los ciclos de brazadas y patadas, y el nadador podrá conservar su velocidad. De lo contrario, si el pecho se alza demasiado, las piernas tenderán a hundirse generando resistencia.
La respiración, otro aspecto muy importante
La técnica de respiración adecuada para la técnica de crol implica tomar aire de manera alternativa a ambos lados mientras se nada, lo cual hace que el cuello no se fuerce demasiado si solo se respira por un lado.
Sin embargo, suele ocurrir que muchos nadadores, bien sea por instinto o por un aprendizaje erróneo, respiran permanentemente por un único lado, dando paso a lesiones en el cuello u hombros.
Por lo tanto, la posición de respiración debe encontrar al nadador con la cabeza a ras del agua, y solo sacando su boca y nariz, del mismo lado del brazo que esté por fuera del agua en el movimiento de brazada, evitando la tensión en el hombro.
Para tomar impulso y desplazarse en el agua, ambos brazos deben realizar movimientos cíclicos: uno va por fuera del agua, mientras el otro va por dentro. Las manos deben ir estiradas, creando un efecto similar al de unas aspas.
A la vez que esto ocurre, las piernas deben mantenerse en constante movimiento de patadas breves y constantes, y aunque deben permanecer firmes, debe evitarse la rigidez entre las rodillas y los pies, para así evitar calambres u otras lesiones.
Reglas de la natación crol
Como se ha dicho, el crol no posee demasiadas reglamentaciones, pero una de las más importantes consiste en que el nadador debe hacer contacto con el extremo de la pileta tras culminar cada ciclo de nado.
Asimismo, la técnica de crol prohíbe que el competidor haga contacto con las cuerdas de los carriles, así como también colgarse de las paredes de la pileta. Esto se suma a la penalización o descalificación ante una partida adelantada en cualquier competición.
Otra regla básica del crol consiste en evitar frenadas abruptas durante el nado, las cuales pueden ocurrir cuando un brazo se extiende hacia el frente mientras está bajo el agua, en la fase de recuperación.
Ejercicios complementarios
Las rutinas de estiramiento son muy importantes dentro de la técnica de crol ya que gracias a ellas es posible prevenir lesiones, tales como distensiones o desgarros musculares, así como mejorar la condición de los distintos grupos musculares.
Asimismo, estas rutinas pueden verse acompañadas por otros ejercicios lejos de la pileta, como usar la bicicleta, correr o levantar pesas, lo cual hará que el cuerpo obtenga la fuerza necesaria para cualquier competición.
En todo caso, se recomienda que toda rutina de entrenamiento sea acompañada y supervisada por un entrenador calificado, lo que ayudará a lograr mejores resultados y evitar cualquier tipo de percance físico.
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