¿La natación es buena para el asma?
La respuesta a si la natación es buena para el asma obtiene un categórico afirmativo cuando se consulta a pacientes que se han incorporado al deporte ¿Es real o se trata de un efecto placebo?
El asma es una de las principales enfermedades respiratorias que afecta a las personas en los centros urbanos. Se estima que entre el 3 y el 7 por ciento de la población adulta mundial sufre esta afección, y que es aún más frecuente en niños.
Durante mucho tiempo se sostuvo que las personas con esta enfermedad no debían realizar deportes debido a que la exigencia respiratoria podría provocarles graves crisis asmáticas. Sin embargo, en las pruebas demostraron lo contrario.
Al respecto, debemos señalar que el nadador estadounidense Mark Spitz, quien obtuvo siete medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Munich 1972, es asmático. Este deportista, a pesar de su condición, superó marcas mundiales en cada uno de sus triunfos, siendo el primer atleta en la historia de los Juegos Olímpicos en conseguir dicha hazaña en la misma edición.
¿Querés conocer más experiencias sobre asma y natación?
Escuchá la historia del nadador colombiano Jonathan Gómez, quien cuenta cómo pasó de sufrir dos veces al mes internaciones por el asma a los siete años, a competir en los juegos olímpicos de la juventud en representación de su país.
La historia lo demuestra: el asma no es impedimento para ser un gran nadador. Esta enfermedad es crónica, no tiene cura, pero, con el debido control y el seguimiento médico, la práctica de la natación puede, incluso, producir beneficios en la salud de la persona que la padece.
Si el asma no tiene cura, ¿por qué la natación mejora mi salud?
Como lo señala la Fundación para el Estudio del Asma y otras Enfermedades Alérgicas (Fundaler), “es importante combatir la creencia que el paciente con asma no puede practicar deportes”.
Según la entidad especializada, la práctica del deporte, en articulación con el tratamiento y seguimiento médico, puede “mejorar la función pulmonar y la calidad de vida de los pacientes con asma y de su familia”.
En el caso de la natación, los beneficios que otorga al sistema respiratorio se relacionan directamente con las respiraciones profundas y sincronizadas que demanda. De esta forma, se trabaja la capacidad pulmonar.
La natación ayuda a fortalecer el ejercicio del diafragma para lograr mayor rendimiento respiratorio, lo que se traduce directamente en una mejor calidad de vida y menor impacto de los factores que pueden desencadenar crisis asmáticas.
Además, está comprobado que la práctica del deporte reduce el estrés, especialmente en el caso de la natación, ya que se genera una sensación de relajación y distensión placentera en el cuerpo por el efecto antigravedad de estar flotando en el agua.
El estrés es uno de los principales riesgos para las personas que padecen asma ya que afecta directamente su respiración y puede desencadenar en numerosos problemas asociados a su cuadro original, como riesgos cardiovasculares.
Al respecto, también es importante señalar que la natación ayuda a una buena contractilidad del corazón, favoreciendo el sistema circulatorio y regulando la presión arterial.
¡En resúmen!
Si vos o algún familiar padecen de asma, no dudes en consultar con algún especialista sobre los beneficios que podría generar a la salud la práctica de la natación. Incluso, Fundaler posee su espacio de actividades sobre asma y deporte en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD).
¡Ocuparse de lograr una mejor calidad de vida no debe ser una opción o una posibilidad, sino una obligación!
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